REVOLUCION MEXICANA
introducción
La Revolución Mexicana se origino a partir de la
permanencia durante mas de cuatro décadas en el poder de Porfirio Díaz, sumado
al modo despótico de gobernar, la estatización y confiscación de tierras
pertenecientes al bajo estrato social, seguido de la desigualdad económica
entre las diferentes matices sociales, unida a la entrada de mercados
Estadounidenses ante la explotación de yacimientos petroleros Mexicanos.
Cuando don Porfirio Díaz decidió quedarse en el poder
sería por un largo lapso de tiempo, pero, no sería hasta 1910, año en que los
grupos medio – bajos socialmente hablando decidieron deponerlo del poder
mediante un alzamiento por medio de las armas, hecho, que ha sido denominado
como revolución Mexicana de 1910. Hubo de parte del protagonista grandes
contradicciones que poco a poco irían generando el descontento general, tanto
en las clases sociales de mediana importancia como en aquellas que respondían a
las más paupérrimas condiciones de vida (campesinos, pequeños mineros,
agricultores y por supuesto los grupos indígenas).
Era evidente que el gobierno de Porfirio Díaz respondía
lentamente durante las postrimerías del siglo XIX a una dictadura, sellándose
en una tiranía de gran magnitud y del uso de la fuerza y la violencia despótica
del mandatario.
Sin embargo el hombre es claramente de línea conservadora
e impone el lema del progreso económico y político, carácter propio del
liberalismo y el positivismo, escuelas historio gráficas decimonónicas que
tienen su origen en Europa del siglo XIX, sin embargo el positivismo va a
generar un gran impacto político y, socioeconómico en América latina.
Durante los más de 30 años que el General Díaz se mantuvo
en el poder, los ciudadanos no pudieron elegir gobernante y debido a que un
pequeño grupo de personas acapararon el poder, la desigualdad social se hizo
evidente: el rico era más rico, viviendo en palacetes al estilo europeo, y los
pobres eran más pobres, intentando al menos “sobrevivir” en pequeños jacales.
Pero también inició otra capa social antes desconocida: la clase media, gracias
a la cual, los empresarios sumaban sus riquezas. Este era el ambiente que se
vivía en el país a principios de 1900 y un nombre comenzó a sonar en la vida
política de México: Francisco I. Madero quien, fundó el Club Democrático Benito
Juárez y posteriormente creó una red de intercomunicación entre los círculos
opositores al régimen porfirista.
Para 1908 publicó
su obra: “La sucesión presidencial en 1910” en donde plasmó un estudio de la dictadura militar y
planteó la necesidad de crear un partido independiente que lograra la
efectividad del sufragio y el triunfo del principio anti reeleccionista, con el
cual se combatiría la dictadura de Porfirio Díaz.
El presidente
Díaz, por su parte, pensaba que el pueblo de México ya estaba listo para
comenzar a vivir un gobierno democrático, pero para llegar a él, había que
crear diversos partidos políticos que contendieran. Así, permitió que se
crearan partidos y se postularan candidatos para finalmente votar por un nuevo
presidente. Madero aprovechó esta nueva posición de Díaz y fue postulado como presidente
del partido que fundó.
Pero poco antes de
las elecciones de 1910, Madero fue encarcelado en Monterrey y posteriormente
trasladado a San Luis Potosí, siendo acusado de haber pronunciado un discurso
en el que injuriaba al Presidente. Con Madero fuera del escenario, Porfirio
Díaz – a través de un fraude electoral – es reelecto presidente de México y
hasta ese momento, Madero es puesto en libertad a condición de que abandonara
la ciudad. Decide ir hacia San Antonio, Texas, cruzando por Laredo, y ahí lanza el manifiesto conocido como Plan de San
Luis Potosí con el que denuncia el fraude electoral de junio, desconoce los
poderes constituidos, y en su artículo 7, incita al pueblo a tomar las armas
para derrocar la dictadura: “el día 20 de noviembre desde las seis de la tarde
en adelante, todos los ciudadanos de la república tomarán las armas para
arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan.
Los pueblos que
estén retirados de las vías de comunicación lo harán la víspera”. Y este plan
que subrayaba el principio de: “sufragio efectivo, no reelección” fue el
acicate para que la Revolución diera inicio.
El primer brote sangriento se dio el 18 de noviembre cuando Aquiles
Serdán, uno de los más puros revolucionarios, fue asesinado en su casa. Posteriormente
inició la lucha armada en Chihuahua, donde el ejército de Díaz fue derrotado.
Francisco Villa, se levantó en el Sur y prontamente la revolución se extendió a
otras ciudades del país. Dándose cuenta de su inminente derrota, Díaz decide
entrar en negociaciones, pero al no poder sacar provechó de ellas, decide
renunciar y viajar a Francia abandonando definitivamente el país.
Después de seis
meses de lucha, la revolución maderista había triunfado. Madero, apoyándose en
los tratados de Ciudad Juárez, negoció el poder colocando en el gobierno
interino a varios de sus hombres y formalizó las próximas elecciones para 1911.
Como Madero, no deseaba llegar al poder de manera ilegitima, decidió que
Francisco León de la Barra fuera nombrado presidente interino, pero
desafortunadamente este interinato sólo provocó discordias entre los
revolucionarios. Así, con un partido resquebrajado, Madero asumió el poder. Las
discordancias revolucionarias comenzaron a enfatizarse y a escasos veinte días
de haber tomado la presidencia, Zapata se levantó en su contra arguyendo que el
primer punto a resolver eran las carencias de tierra. “Tierra y Libertad” –
grito Zapata - y “tierra y Libertad” -
coreó el pueblo. Como para Madero, el verdadero camino de la revolución era la
ley y sólo mediante ella deberían encontrar soluciones a los verdaderos
problemas nacionales, exigió que se depusieran las armas y Zapata se sintió
traicionado.
La situación
nacional se hizo más compleja. Se empezó a vivir un clima de inseguridad que
preocupó a los dueños del poder económico para quienes la paz y la seguridad
eran condiciones esenciales para su prosperidad.
La legalidad y el
deseo de acuerdo del presidente Madero se confundieron con fragilidad y temor
por lo que los empresarios decidieron que si Madero no podía ordenar al país,
entonces se necesitaba de una acción enérgica contra su gobierno. Y comenzaron
a fraguar un plan para derrocarlo. Fue entonces cuando apareció en escena
Victoriano Huerta, quien comenzó a jugar
un doble juego: engañaba al presidente a quien supuestamente defendía y a los
rebeldes con los que supuestamente negociaba, pero en realidad era partidario
de derrocar a Madero en complicidad con los representantes de los intereses
extranjeros. Así, en enero de 1913, inició la llamada “decena trágica” es
decir, diez días de guerra en la ciudad de México que terminaron por derrocar
al presidente
. El 22 de Febrero de 1913, Francisco I. Madero fue
asesinado por la espalda, aplicándosele la “ley fuga” mientras era trasladado a la penitenciaría de
Lecumberri. Después de estos acontecimientos, Huerta fue nombrado presidente,
pero debido a que era conocida la forma en que llegó al poder, y a que estaba
ligado a los intereses de Estados Unidos,
no pudo crear una imagen pública positiva y su ascensión a la silla
presidencial provocó la unificación de los revolucionarios en su contra.
Por ello, Huerta se ve forzado a abandonar el poder en
1914. Por esas fechas, Venustiano Carranza se levantó en armas en Coahuila y
los revolucionarios lo tomaron como caudillo con el objetivo de restaurar el
orden constitucional. Por ello, Carranza se empeñó en consolidar un gobierno
que hiciera posibles las transformaciones sociales y económicas del momento
histórico que el país vivía y en un corto lapso, logró aumentar su prestigio y
poder. Trató de lograr la unidad revolucionaria, de fortalecer la imagen de su
gobierno en el extranjero y de acabar con los brotes de insurrección.
Sin embargo no se
pudo dar una organización nacional rápida, por lo que decidió poner orden por
el terreno de las armas a unos y por el de las ideas a otros, provocando una
nueva era de violencia. Al mismo tiempo, la fraternidad de los hombres de armas
y de caudillos dejó de funcionar. Villa ya era enemigo de Obregón y Zapata de
Venustiano Carranza. Para 1917 se promulgó la Constitución en la ciudad de
Querétaro y el presidente Carranza se convirtió en el primero en gobernar bajo
un régimen constitucional
Para 1919, es
asesinado Zapata y en ese mismo año se promulgó el plan de Agua Prieta que
proclamaba que la soberanía radicaba en el pueblo. Los revolucionarios
volvieron a chocar entre sí y Carranza fue asesinado. Para 1920, es decir, diez
años después de iniciada la revolución, Madero, Zapata y Carranza, ya habían
muerto, pero su legado, trabajado ahora por los nuevos caudillos
revolucionarios estaba próximo a marcar el final de la revolución. El General
Álvaro Obregón es quien comenzó la etapa final.
Conclusión
Con gran prestigio y poder, trabajó afanosamente en
otorgar derechos a obreros y campesinos, para hacer crecer su base popular de
apoyo y para asentar las bases de un esquema político diferente. y que En 1924 ocupó la presidencia Plutarco Elías
Calles y es con él con quien el nuevo esquema político tomó forma definitiva.
Estos fueron los caudillos de la revolución y estos fueron sus logros. Por eso,
el 20 de noviembre es una fecha que siempre estará presente en el corazón de
todos los mexicanos, recordada como el inicio de la “Revolución Mexicana”.
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